MUSICOTERAPIA Y JÓVENES
De todos es sabido que la música hace maravillas. Tras varios estudios,
se ha descubierto que la musicoterapia conforma un remedio para la reducción de
la depresión en niños y adolescentes con problemas conductuales o emocionales.
Los/as niños/as que reciben terapia musical han conseguido mejorar
su autoestima de forma significativa, reduciendo también la depresión en
comparación a aquellos/as niños/as que no recibían esta terapia. Además, se ha
observado una mejora de las habilidades sociales, entre ellas las de
comunicación e interacción que podrían mantenerse a largo plazo. Es la primera
vez en muchos años que se ha constatado oficialmente la eficacia de la
musicoterapia en niños y jóvenes con necesidades especiales.
La musicoterapia se utiliza en muchos campos para tratar
enfermedades como el autismo, neurosis, en el ámbito geriátrico, en trastornos
alimenticios como la anorexia y la bulimia… Para ello son necesarios terapeutas
especializado es en este ámbito y que están acostumbrados al trabajo
multidisciplinar tanto en escuelas, hospitales o centros comunitarios.
Encontramos para esta terapia dos formas de musicoterapia, por un
lado la receptiva que se basa en escuchar música y realizar alguna actividad
mientras escuchan como puede ser la meditación, relajación, etc. Con esto se
produce cambios físicos y emocionales en los pacientes, así como una reducción
del estrés, alivio del dolor y energización del cuerpo.
En cambio, en el modelo activo, el profesional
utiliza la improvisación para estimular, guiar o responder al paciente que
utiliza su voz o un instrumento musical. Mediante la relación musical creada
entre ambos, paciente y profesional, el primero puede experimentar en sí mismo
de otro modo y profundizar en sus problemas tanto relacionales como
emocionales.
En conclusión,
la musicoterapia permite a los pacientes ser partícipes de su propio cambio,
así como ser más conscientes de sus sentimientos, conectar con sus emociones y
experimentar cambios positivos en sus estados de ánimo. En nuestra opinión, la
musicoterapia debería ser una opción disponible a todo el mundo y debería
estudiarse y aplicarse en todos los ámbitos en los que se desarrolla una
persona.
"La música me inspira, me relaja,
me anima, me hace pensar, me hace viajar, me hace soñar"
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